La violencia doméstica representa en la sociedad un riesgo para cientos de personas. En este post te presentamos algunas de las características de este fenómeno y cómo se puede reportar este.
La violencia doméstica es aquella agresión que se desencadena de vínculos afectivos. Normalmente, es consecuencia de discusiones que se dan durante la convivencia. Es cualquier abuso por parte del miembro de una familia sobre el otro.
Lo más común es que esta violencia sea masculina, contra la mujer, en el seno de la pareja; sin embargo, los casos son altamente variables y el maltrato va incluso más allá de un núcleo familiar tradicional. Por ejemplo, este tipo de violencia se encuentra presente en parejas que conviven sin estar casadas.
Es importante reconocer que la violencia doméstica puede incluir maltratos de tipo emocional, psicológico y sexual. Adicionalmente, se presentan abusos de tipo financiero. En este modelo de violencia, una persona siente poder y control total sobre su pareja o núcleo familiar y toma la decisión de usar comportamientos abusivos para mantener esta dinámica.
En todos los casos siguientes:
Puedes hacerlo de manera presencial o virtual. Lo que puedes hacer es llamar a las líneas de atención que te presentamos en este artículo y contar el caso a uno de los profesionales que están allí para atenderte.
Cuando la víctima es un tercero, es importante que las sospechas salgan de experiencias o un testimonio confiable. Puedes hacerlo también a través de las líneas de atención, ya sea de manera virtual o presencial. Lo ideal es que expongas lo que hayas escuchado o visto acerca del caso, además las circunstancias de modo, tiempo y lugar.
Es importante que en los casos de violencia doméstica se sigan una serie de precauciones.
En caso de que seas víctima de violencia doméstica o conozcas a alguien que puede serlo, estas son las líneas de atención que has de tener en cuenta.
Para más información te dejamos el siguiente enlace de la Fiscalía General de la Nación con información al respecto. Siempre se puede salir de la violencia, confía, y no dudes en pedir ayuda. ¡Tu vida vale!.